El día de pentecostés ha sido un paradigma para
la iglesia de todos los siglos. El evento que ocurrió en el día tradicional de
judaísmo conocido como pentecostés ha sido objeto de malas interpretaciones las
cuales han llevado a muchos a una fe ciega que no produce una fe salvífica
basada en el conocimiento bíblico.
El día en que se cumpliría lo prometido era tan
importante para Cristo, que dio mandamiento a sus discípulos a que esperaran en
Jerusalén hasta que llegara ese día (Lucas 24:49).
Jesús nunca hizo énfasis en el día de
pentecostés sino que dio énfasis en el cumplimiento de una promesa.
Culturalmente los pentecostales hemos dado
énfasis a un día tradicional del judaísmo y no en el cumplimiento de una
promesa. Por tanto tenemos que entender que la importancia de ese día no era la
fiesta de pentecostés, ni el don de lenguas que ese día se manifestó, la
importancia radicó en la “carisma neumática” el bautismo del Espíritu Santo que
los discípulos recibieron.
Los errores doctrinales que exhibe el movimiento
pentecostal se debe al desconocimiento del transfondo histórico del movimiento;
algunos afirman que el pentecostalismo, como denominación, surgió en el día de
pentecostés lo cual es un error garrafal. Mucho mas desconocimiento tienen del
cristianismo histórico.
Históricamente los pentecostales han rechazado
la erudición bíblica por temor de caer en el formalismo que siempre trae como
consecuencia el liberalísimo y eso es algo que yo entiendo, pero la palabra nos
dice:
(1 Corintios
13:9.RVR1960) Porque en
parte conocemos, y en parte profetizamos;
Partiendo desde este
punto de vista podemos clasificar a los pentecostales en dos categorías:
1. Pentecostales por tradición: Son los que han
reducido la experiencia de la vida cristiana a una decisión como respuesta a un
llamado que hace un ministro para que acepte a Cristo. El llamado a aceptar a Cristo
no hace diferencia entre una fe nominal y una fe salvífica, por lo cual la
mayoría de la gente confiesan a Cristo de labios pero sus corazones están lejos
de el.
Luego viene el proceso
de adoctrinacion donde les son inculcadas un cuerpo de creencias que según
ellos median la salvación; la salvación condicionada al cumplimiento de reglas
que sin ellas y fuera de esa organización no hay salvación.
Así como existen
católicos por tradición, así también abundan los pentecostales por tradición.
Es por esta razón que en Puerto Rico hay mas pentecostales caídos que los que
hay dentro de sus congregaciones.
Por que solamente se
basan en una fe experimental (ministraciones, sanidades, caídas, brincoteo,
emocionalismo, profecías); en una “fe utilitaria” con la cual creen obtener
todo lo que necesitan en esta vida a cambio de ofrendas, diezmos, pactos y
devoción ciega a los “ungidos”.
Una fe ciega en señales
de una mezcla de pactos donde arrastran elementos de la adoración del antiguo
pacto para sacralizar un sistema de creencias como los ungidos, diezmos,
templos, altares, aceite ungido, vestir de cilicio, filatería judía como si
todo lo que proviene de Israel los acercara mas a Dios.
Si en Puerto Rico
hacemos una encuesta y le preguntamos a las personas si creen en Dios la
mayoría dirán que si aunque no tengan temor a pecar, aunque vivan la vida como
si Dios no existiera.
De esta misma manera si
le preguntamos a pentecostales, evangélicos o católicos si creen en la
existencia de la tercera persona de la trinidad te dirán que si. Existe una
diferencia entre creer en algo, que tener una conciencia en tu diario vivir de
lo que tu crees.
No basta con creer de
forma intelectual en la manifestación del Espíritu Santo como dicen: “cayó el
Espíritu Santo”, “se metió Dios”, “Voy a buscar presencia”, “hubo fuego en el
culto de avivamiento”, “soy pentecostal de la cabeza a los pies”, atribuyendo
la salvación a la organización lo cual es una blasfemia contra el Espíritu
Santo.
Por cuanto no involucran
al Espíritu Santo en sus decisiones diarias ni en sus pensamientos, solo lo
experimentan en el culto, en el templo, en el altar, en la ministración pero no
en su vida diaria.
La fe esta basada en dos
aspectos:
A. La fe por el conocimiento bíblico, el
Espíritu Santo nunca va a suplantar el conocimiento bíblico por manifestación
que confirman la palabra.
B. La fe experimental,
las manifestaciones o milagros que confirman la palabra.
2. Pentecostales neumáticos (espirituales):
Ser pentecostal no es
meramente decir “soy evangélico”, creer en la manifestación del Espíritu Santo,
sanidades, liberación, don de lenguas, profecías, creer en la santidad. Un
verdadero pentecostal tiene y manifiesta en su diario vivir una dependencia del
poder del Espíritu Santo en su vida.
El verdadero pentecostal
no rebaja la experiencia de la vida cristiana a una decisión y a un culto voluntario
(Colosenses 2:23); sino que experimenta un milagro continuo en su vida como
cristiano.
Ser pentecostal no es lo
mismo que hablar de pentecostalismo el cual involucra un sinnúmero de
creencias, la sustancia que radica en el verdadero pentecostal es la conciencia
de la presencia del Espíritu Santo en su ser, la santificación y seguridad de
salvación que nos consuela.
Si un ministro
pentecostal sube al pulpito, tiene que tener la conciencia de que tanto él como
el receptor de la palabra necesitan la intervención del Espíritu Santo para que
se manifieste un milagro sea el que sea.
Los pentecostales son
buenos dando la oferta del evangelio, pero no son buenos discipulando mas bien
son buenos adoctrinando (enseñando dogmas de hombre).
El pentecostal tiene que
entender que la experiencia en la vida cristiana es un peregrinación donde
dependemos de la acción del Espíritu Santo, es un constante crecimiento en el
conocimiento de La Palabra porque la fe sin conocimiento se derrumba.
El evangelio no es un
mensaje consumista que ofrece beneficios y soluciones a los problemas que no llevan
a los impíos a una conversión genuina, el evangelio es para librarnos de la ira
de Dios a la cual estamos expuestos por nuestros pecados.
El ser pentecostal y el
tener una base teológica firme reformada es la mejor forma de reforzar la fe cristiana
en tiempos donde se está manifestando la apostasía como nunca antes en la
historia.
Serán necesarias muchas
oraciones y ayunos para que el Espíritu Santo bendiga el movimiento
“pentecostal reformado” que esta naciendo en estos últimos días y que Dios
pueda ungir a ministros llenos del Espíritu Santo y dotados de una base
teológica reformada firme.
Apóstol Juan Calo
Yom Teruah Ministries, Puerto Rico
(Ministerio Pentecostal Reformado)
yomteruahministries@gmail.com
Yom Teruah Ministries, Puerto Rico
(Ministerio Pentecostal Reformado)
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