18/junio/2025
#275
En estos últimos tiempos de la humanidad —los más cómodos que han existido—, resulta muy difícil definir el cristianismo actual debido a la infinidad de nuevas corrientes de pensamiento que hombres religiosos han introducido en el movimiento evangélico pragmático. Estas corrientes se basan en métodos con el fin de 'mejorar' al hombre, pero muchas veces se alejan de la esencia del Evangelio.
Por lo cual, aquellos que se supone están ministrando al mundo, se limitan a expresar su propia necesidad de ser ministrados en las emociones. Esto demuestra que tienen una constante dependencia de que les acaricien el ego con palabras motivacionales que los hagan sentir bien, creando así una adicción y dependencia emocional hacia ciertos ministros adiestrados. Estos líderes llevan a las multitudes a convertirse en adictos a experimentar sensaciones constantemente.
Dios, en SU sabiduría, conoce bien al hombre caído y entiende que su naturaleza pecaminosa está inclinada a buscar satisfacer ciertas sensaciones según la concupiscencia de cada cual. Esta búsqueda actúa como un anzuelo que arrastra al hombre a vivir según sus deseos, impidiéndole acercarse a Dios y tener una comunión correcta con Él.
Recuerdo que antes, al menos los evangelistas pentecostales daban testimonio de sus vidas pasadas, en las cuales actuaban en plena rebelión contra el evangelio del Reino. Ellos narraban cómo Dios mismo, mediante una predicación donde fueron confrontados con su pecado, los llevó a tener un encuentro personal con Jesucristo resucitado.
Sin embargo, hoy día estos ministros - especialmente las ministras hipercarismáticas - establecen el precedente de que el problema del hombre es que no conoce quién es en Cristo, utilizando psicología que busca justificar la conducta de las personas identificando ciertos traumas del pasado. Como resultado, la persona sufre por su pasado, por su presente y por su futuro.
Estos ministros adiestrados conocen que los hombres y mujeres quieren ser malcriados, quieren ser tratados como infantiles, dándoles la frase que se ha puesto de moda: “No importa tu pasado (pecado), tienes que entender que Dios es tu Padre, tu Abba, quien está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de restaurarte”.
Hoy día, el falso concepto de lo "profético" en el cristianismo hipercarismático se trata de una artimaña que está utilizando el enemigo de las almas para reabrir el canon bíblico. Esto permite que falsos líderes espirituales, que se ponen de moda, introduzcan nuevas corrientes de pensamiento dirigidas a personas que no cuentan con un fundamento sólido basado en el conocimiento teológico ni con una fe madura que les permita discernir entre lo que proviene de Dios y lo que viene del diablo. Como resultado, estas personas inmaduras viven creándose falsas expectativas, deambulando en un falso concepto de lo profético.
El falso concepto de lo profético no es otra cosa sino el afán de los líderes espirituales hipercarismáticos por meter en la mente de las personas cuanta tontería se les ocurre, con el fin de crear una dependencia emocional hacia ellos. De esta manera, pretenden llevar a las personas a un cautiverio espiritual donde incluso pierden su capacidad de establecer un pensamiento crítico que los lleve a preguntarse: "¿Qué estoy haciendo?".
Una vez que las personas —cuyo ego se resiste a morir y a ser colgado en la cruz del Calvario junto con Cristo— sucumben ante los encantos de las palabras lisonjeras de estos líderes hipercarismáticos, lamentablemente se convierten en las más peligrosas del mundo.
Transmiten al mundo caído una visión distorsionada del Reino de los cielos, en la cual tanto hombres como mujeres se sienten "deificados" cuando algún ministro o ministra adiestrada les dice que "el propósito de Dios no es condenar tu pecado, sino revelarte que eres su hijo o hija, estando Él dispuesto a hacer cualquier cosa por ti".
¿Un discipulado "profético"? ¿Una predicación "profética"? ¿Actos "proféticos"? ¿Ministraciones "proféticas"? ¿Danzas "proféticas"? ¿Alabanzas "proféticas"? Ahora, todos los medios que utilizan los ministros hipercarismáticos para intentar reabrir el canon bíblico e introducir doctrinas de demonios —con el propósito de "encantar a la gente inmadura"— son llamados "proféticos", cuando en realidad todo lo verdaderamente profético se cumplió en Cristo Jesús.
Antes era más común ver en el culto que las damas dirigieran el devocional y manifestaban un celo por la gloria de Dios mayor que el de los mismos varones.
Sin embargo, no sé qué demonios ha influido en las damas del cristianismo, que han sucumbido ante el movimiento hipercarismático.
Ahora solo les interesa llamar la atención en redes sociales con mensajes como: "Tengo una palabra dura para Puerto Rico: una revelación de un inminente terremoto de parte de Dios", "Dios me dio una palabra profética: recibirás una visitación en tu casa porque Él ha visto tus lágrimas y escuchado tus oraciones", "Dios quiere empoderarte para que cumplas tu destino", o "Tú eres luz y Dios te ha elegido con un gran propósito".
Lamentablemente, muchas damas del cristianismo se han entregado a un culto hechicero hipercarismático que solo busca ilusionar a la gente con una idea deificada de sí mismos, como semidioses. Esto lleva a las personas a vivir afanadas por cumplir falsas expectativas que ellas mismas se han impuesto, creando vínculos emocionales con estos ministros adiestrados. El objetivo es motivar a la gente a dar dinero por supuestos favores espirituales, haciéndolos adictos a un culto diseñado para generar dependencia de sensaciones sobrenaturales.
Hermanos, hoy vemos cómo los llamados cristianos que se adentran en este culto hipercarismático viven para fantasear. Buscan ser reconocidos como los más espirituales, los "verdaderos adoradores" (convertidos en la nueva franquicia evangélica), los equipos de intercesión, o los talleres de sanidad interior que solo maquillan a los pecadores sin transformar verdaderamente sus vidas.
Toda esta manifestación de la apostasía de la última iglesia tibia —"La Odisea de los últimos tiempos"—, la cual será vomitada por Dios cuando ocurra el rapto de los fieles creyentes en Cristo, ha establecido su trono.
El hipercarismático, que tiene el propósito de "deificar" a hombres y mujeres, convenciéndoles de su potencial para manejar las potestades del cielo y utilizarlas a su favor y para el favor de otros —ejerciendo como intercesores y realizando actos "proféticos"—, se ha convertido en el referente mundial de los iglesieros evangélicos.
Así como la Iglesia Católica introdujo la adoración a la Virgen María, añadiendo el elemento femenino a la fórmula trinitaria (formando así una cuaternidad), de igual manera el movimiento hipercarismático ha introducido el factor femenino en el culto hechicero: las "nuevas Evas", que sirven como "madres intercesoras". Según este pensamiento carismático, ellas ocupan un lugar en la redención de los hombres.
Hermanos, debemos tener claro que el Dios que se reveló al pueblo de Israel por medio del profeta Moisés, y el que se nos reveló a nosotros los gentiles por medio de Jesucristo, es un Dios lógico que no actúa improvisando.
Hoy vemos que muchos participantes del culto hipercarismático alegan ser los más espirituales, los que tienen mayor autoridad espiritual, los dueños de un mal concepto de la “unción” de Dios.
Sin embargo, son incapaces de entender que el Espíritu Santo:
- No te conducirá a establecer un culto hechicero que promueva la ilusión de que Dios quiere “deificar” a sus supuestos hijos, "empoderándolos" para cumplir su destino.
- No te llevará a crear dependencia emocional de ministros que te "pasan la mano", haciéndote sentir justificado para que siempre asumas el papel de víctima, necesitado de palabras humanas mientras ignoras el consejo bíblico.
- No te guiará a participar activamente en política corrupta e institucionalizada —especialmente apoyando a candidatos que de la noche a la mañana se convierten en apologistas del sistema iglesiero dominionista—.
Este es el "caballo blanco" de Apocalipsis 6:2, cuyo jinete hace guerra para moralizar naciones mediante control social, oprimiendo minorías y eliminando de la Biblia términos como "apostasía". Su objetivo es que el movimiento hipercarismático reabra el canon bíblico, impidiendo a los creyentes denunciar la falsa iglesia impostora de la fe.
Tampoco el Espíritu Santo te conducirá a participar en un culto voluntario con el fin de ganarte la bendición de Dios para vivir para ti mismo, alimentando falsas expectativas temporales.
Hermanos, ahora que tenemos acceso - como nunca antes en la historia - a presenciar la miseria en que vive la humanidad, podemos confirmar que la raza humana es tan corrupta que la Biblia declara a Noé como "pregonero de justicia" en su generación. Y entendemos que solo se salvaron por misericordia: Noé, su familia y los animales.
¿Acaso la Biblia menciona que alguno de sus contemporáneos le ayudó a construir el arca?
Hoy, aunque existen ministros competentes del Nuevo Pacto que exponen las doctrinas demoníacas del sistema religioso pseudospiritual hipercarismático - cuyo propósito es comprometer a Dios con falsas promesas para que la gente viva de expectativas ilusorias - debemos preguntarnos:
- ¿Cuántos del llamado pueblo de Dios están dispuestos a aceptar las realidades eternas del Evangelio del Reino?
- ¿Cuántos apoyarán a estos ministros para denunciar el pecado humano, la apostasía de la última iglesia apóstata, y establecer la urgente necesidad de arrepentimiento por no haber creído al verdadero Evangelio de Jesucristo?
Hermanos, fuimos elegidos por Dios antes de la fundación del mundo con un propósito: ser constituidos como sumos sacerdotes consagrados para guiar a la humanidad caída a adorar al único Dios verdadero revelado en Jesucristo.
Así como el sacerdocio aarónico fracasó al rechazar al Mesías - esperando en cambio un líder político que restaurará el trono de David con visión nacionalista - y fue cortado, igualmente vemos hoy cómo el movimiento evangélico:
- Entrega sus “altares” a la codicia material.
- Adopta nuevas corrientes filosóficas.
- Se prostituye con el poder político buscando control social.
¿Puede el mundo ver en los cristianos actuales a personas confiables? El movimiento que antes proclamaba la obra de Cristo en la cruz ha sucumbido al hipercarismático, donde lobos rapaces introducen doctrinas que llevan a hombres y mujeres a:
1. Rebelarse contra Dios
(RAE: Sublevar, levantar a alguien haciendo que falte a la obediencia debida)
2. Buscar autoempoderamiento
3. Perseguir reinos terrenales que Satanás ofrece a cambio de adoración
La pregunta crucial es: ¿Cuál es el verdadero objeto de tu adoración?
Ya está decretado el juicio contra quienes buscan reconocimiento como "los más espirituales" en esta idolatría hipercarismática.
Recordemos: el Evangelio no se trata de ministros que pretenden tener el "WhatsApp de Dios" espiritualizando sus intereses, sino de muerte y resurrección.
Dios quiso establecer su reino en este mundo caído. Pero debido a la incapacidad del sacerdocio aarónico para dar testimonio de Su gloria, Él mismo se reveló en la persona de Jesucristo, quien proclamó las buenas nuevas: que el Rey celestial vino a gobernar los corazones humanos.
Por esto, el mayor anhelo de todo cristiano debe ser comprender las realidades eternas del Evangelio del Reino, para ser consagrados por la unción divina y convertirnos en heraldos que proclamen a Jesucristo como "Rey de reyes y Señor de señores" ante quien toda rodilla se doblará (Filipenses 2:10-11).
Muchos inmaduros persisten en el culto hipercarismático, anhelando "la unción de Benny Hinn", "la unción de Yiye Ávila" o "la unción de Kathryn Kuhlman". Pero estos ministros murieron como cualquier otro mortal.
Cuando entendemos que fuimos elegidos desde la eternidad para fungir como sacerdotes del santuario de Dios en la tierra, debemos buscar la verdadera consagración del Espíritu Santo, estableciendo la adoración auténtica al Dios vivo, donde toda rodilla se doble solo ante JESÚS, el único digno de nuestra alabanza.
Las masas sufren por su insatisfacción y ansiedad por el futuro, porque el ego que reina en ellos se niega a morir y someterse al Rey de reyes. No les preocupa participar en cultos hechiceros que ignoran las realidades eternas del Evangelio del Reino.
Recordemos: el Evangelio no se trata de lo que los hombres hacen en religión, sino de lo que Dios hizo por nosotros desde la eternidad.
¿Cuál es tu prioridad como cristiano?
- ¿Mantener viva la tradición pentecostal basada en experiencias?
- ¿Buscar favores espirituales en cultos hipercarismáticos?
Ambas corrientes, aunque aparentan piedad, conducen al infierno por su naturaleza antropocéntrica. Son sistemas donde ministros asalariados dominan sobre "cristianos de segunda categoría", reducidos a espectadores que solo aportan dinero a cambio de servicios religiosos, sin comprender el Reino de Dios.
Jesús sigue luchando contra el fariseísmo moderno. Como dice Lucas 10:2, “La mies es mucha, mas los obreros pocos”.
Pregunta crucial:
¿Qué revelas al participar en cultos que destacan solo el desempeño humano en la religión?
La triste realidad es que en estos cultos hipercarismáticos:
- Los ministros manipulan emociones
- La gente experimenta sensaciones corporales
- Terminan sin revelación auténtica
Dicen estar "cansados de cultos donde la gente entra y sale igual", pero promueven falsas expectativas de cambiar circunstancias mediante ritos hechiceros.
Como advierte Mateo 7:22-23, Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Lo que muchos ignoran - al no tener un encuentro real con Cristo resucitado - es que Satanás usa estos cultos (hipercarismáticos y pentecostales tradicionales) como los monjes agustinos usaban flagelaciones: te hacen vivir bajo votos y expectativas que, al incumplirse, generan decepción y alejamiento de Dios.
La verdadera experiencia cristiana se basa en:
- La paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7)
- Fe en lo que Cristo ya consumó
- La certeza de que solo agradamos a Dios cuando:
- Esperamos pacientemente en Él
- Proclamamos el Evangelio del Reino
- Exaltamos a Cristo como único Señor
Que la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, (Colosenses 3:16).
*Autoría*
Apóstol Juan Calo
Yom Teruah Ministries ®
Pentecostales Reformados
Carolina, Puerto Rico
yomteruahministries@gmail.com
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