NO HAY MANERA EN
QUE PODAMOS PERDER LA SALVACION
Los argumentos que
utilizan como dardos envenenados los enemigos de la gracia son tan aberrantes,
que yo me avergüenzo al refutarlos.
Estos son sus
argumentos:
1-Después de que
usted es salvo, tiene que mantener la salvación.
2-Usted tiene que
llegar a la perfección antes de morir.
3-Las doctrinas de
la gracia hacen que la gente pierdan el temor a Dios.
4-Si la gente
supiera que son salvos se irían a pecar.
5-Quienes predican
las doctrinas de la gracia no creen en la santidad, porque dicen que aunque
estén en pecado, no pierden la salvación (salvo siempre salvo).
6-Solo sabremos si
somos salvos cuando estemos en la presencia de Dios.
7-Si Satanás
supiera que usted es salvo no le haría la vida imposible.
La Vida Eterna es
un modo de vida que los pecadores y los falsos cristianos no conocen, pues es
el modo de vida de Dios.
(Juan
17:1-3.RVR 1960)
Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo:
“Padre, la hora
ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como
le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que
le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único
Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
Dios comenzó a
trabajar con nosotros cuando en nosotros no había nada bueno. Tenemos que
entender que nosotros estábamos muertos espiritualmente y cuando fuimos
llamados a salvación, Jesucristo nos dio Su vida la cual es eterna. No nacemos
de carne alguna, ni tenemos vida en nosotros mismos, sino que recibimos la vida
de Cristo que es santa y eterna.
Usted no puede
ir a la cruz para salvarse a si mismo ni para salvar a nadie, la salvación no
se compra, no se puede alcanzar por medio de las recetas doctrinales del pastor
o el sacerdote católico.
Así como Jesús
sopló sobre sus discípulos, así también sopló sobre nosotros dándonos aliento
de Su vida.
(1 Juan 5:11.RVR 1960) Y este es el testimonio: que Dios nos
ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
Nada va a separar
de Dios al creyente que fue comprado con la sangre del cordero. Él nos dio Su
regalo gratis de la vida eterna en el mismo momento en que nosotros fuimos
regenerados de nuestra condición totalmente depravada y nacimos
espiritualmente. Esta vida eterna nunca se puede perder (Juan 3:15-16, 36;
6:47; 10:28). Es una vida sin fin, y nadie la puede tomar de ti, ni siquiera
Satanás.
La belleza de esta
nueva vida es que Cristo quiso unirse a
nosotros para que pudiéramos recibir esta vida que Él da en abundancia para toda
la eternidad. Dios utiliza las diversas pruebas con el propósito de ampliar
nuestra capacidad espiritual hasta que la vida de Cristo se vea manifestada en
nosotros.
Dios de forma
gratuita nos otorga el don de la fe para que podamos tener la convicción de lo
que no se ve, de forma que podamos tener entendimiento de las cosas
espirituales. La vida que recibimos en el momento en que creemos en Cristo por
medio de la fe, es la misma vida que vamos a vivir con Él por la eternidad.
(2 Corintios 5:17.RVR1960) De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas.
Como una persona
se atreve a decir que si supiera que es salvo se iría a pecar, esto solamente
sale de una mente carnal que no a sido regenerada por la sangre del cordero.
(Efesios 4:23-24.RVR 1960) y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Las doctrinas de
la gracia no llevan a nadie a pecar. Las personas hacen del pecado un hábito
porque son pecadores, no pierden la salvación porque nunca la han tenido. ¿Cuanta
gente hay que tuercen la gracia de Dios para justificar el pecado?
Esta es la
soteriología de los enemigos de la gracia de Dios:
“Después que usted
acepta a Cristo, usted entra en un estado de gracia inconcluso, disfrutando de
una salvación temporera, viviendo en un purgatorio en esta vida donde usted tiene
que mantener la salvación por medio del cumplimiento de las prescripciones del
pastor basadas en las creencias religiosas de la denominación.”
¿Cuanta gente hay
que conocen y practican creencias religiosas, pero no conocen a Dios? Jesús
mismo definió lo que es la vida eterna (Juan 17:3), es conocer a Dios y tener
comunión con él a través de Su Hijo, Jesucristo.
De tal forma Dios
nos amó, que nos otorgó el que nos arrepintiéramos de nuestros pecados, nos
permitió ver nuestra condición putrefacta espiritual. Nosotros no ganamos la vida eterna, usted
nunca tendrá la oportunidad de decir: “el cielo que yo me gane” ,por que es un
regalo gratis que recibimos cuando nosotros renúncianos a nuestra propia
justicia, admitimos que somos pecadores, nos arrepentimos y creemos que solo
necesitamos a Cristo para salvación.
¿Cual es el
requisito para obtener la vida eterna?
Estar muerto en
delitos y pecados (Efesios 2:1) y recibir por el don de la fe a Jesucristo para
perdón de los pecados.
Si el Espíritu
Santo le revela que usted a sido elegido para salvación, si usted esta
experimentado que una fuerza superior esta cambiando su antigua voluntad y se
acerca paso a paso a la semejanza de Cristo, usted tiene seguridad de la eterna
salvación (Juan 3:15-16, 18,36, 5:24, 10:9, 28-30, 1 Juan. 5:12-13).
La vida eterna es
una obra del Espíritu Santo en el momento que ponemos el regalo de la fe en
Cristo (Juan 3:3-7, Tito 3:5). La convicción de la vida eterna es lo que nos
identifica con Cristo (Juan 5:21, 2 Corintios. 5:17, 1 Juan. 5:12).
¿Como usted puede
hablarle de salvación a otros si usted ni siquiera sabe si es salvo?
(Gálatas 2:20.RVR1960) Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí.
Hoy día hay una
lluvia de evangelistas y profetas quienes a cambio de ofrendas, asisten a las
iglesias para justificar a los pastores y a confirmar según ellos mensajes
lisonjeros que supuestamente Dios le ha dado a los pastores. Los pastores y
evangelistas arminianos siempre le dicen a los feligreses que pueden perder su
salvación, pero nunca se dice que ellos la pueden perder.
Cuantos apóstoles
y profetas hay que siempre están hablando de lo profético, de una vida
sobrenatural, de cielos abiertos, de cruzar el rio Jordán, que van a decretar,
a desatar una palabra, que la bendición viene y otros la van a ver de lejos,
pero nunca te hablan de salvación.
Mas yo te digo
algo hoy, que vivimos una vida sobrenatural porque tenemos la vida del Único
que la pueda dar, Jesucristo,
(Efesios 2:5.RVR1960) aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos)
La vida sobrenatural de Cristo está disponible para usted en toda su
potencia y santidad si usted se alimenta de la Palabra y vive conforme a ella.
A tal grado de infamia han llegado
quienes creen ser justificados por creencias denominacionales que se atreven a
decir: “ahora todo es la gracia.”
Infames pecadores que aceptaron por
voluntad propia un cuerpo de creencias religiosas, pero nunca han experimentado
la manifestación del amor de Dios. La gracia de Dios no es la columna vertebral
del evangelio, es la medula ósea del evangelio.
El pecador por mas que se vista de
seda, pecador se queda; sin la intervención de la gracia de Dios en nuestras
vidas, no hay manera alguna de obtener la vida eterna.
Usted puede
sentirse culpable por sus pecados, usted puede estarse muriendo de remordimiento,
pasar al frente cada vez que hacen un llamado a que acepte a Cristo, pero si
usted no ha experimentado el amor de Cristo en su vida, usted no es cristiano y
no disfruta de la vida eterna.
La vida eterna es
un regalo para aquellos que han experimentado y recibido el amor y la gracia de
Dios en sus vidas. Dios no envió a Su hijo unigénito para que estuviéramos
tratando de ser justificados por la ley mosaica y el cumplimiento de sus
preceptos como afirman los fanáticos del judaísmo mesiánico, o por los diversos
métodos que tiene las denominaciones, prescripciones que le dan los pastores a
los feligreses para que se salven.
El propósito por
el cual Dios envió a Su hijo unigénito fue para que por medio de El obtuviéramos
la vida eterna, otorgándonos el estado de gracia que disfrutaba Adam y Eva
antes de su muerte espiritual.
Si el Espíritu Santo
ha tocado su corazón por medio de este mensaje, usted puede recibir hoy la vida
eterna. Reconozca que usted es un indigente espiritual, que esta muerto en pecados y que no puede cargar mas con ellos.
Permita que Cristo cambie su vida para siempre porque El pagó nuestros pecados
en una muerte horrenda en la cruz, pagó el precio completo sin que usted
hiciera algo para merecerlo.
Tu regalo ha sido
pagado en su totalidad, si quieres vivir una vida sobrenatural, solo tienes que
recibir por fe a Jesucristo quien te dará vida y vida en abundancia.
No perseveramos
para ser salvos, sino que perseveramos porque disfrutamos de una salvación
eterna.
Apóstol Juan Calo
CORREO ELECTRONICO: yomteruahministries@gmail.com
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