¿Qué es santidad?
Santidad es un concepto del cual
se habla mucho pero pocos pueden entender. Cada quien tiene su propio concepto
de santidad, pero lamentablemente son argumentos distorsionados que llevan a la
gente a la esclavitud.
Hermanos todo lo que dice un
ministro en un púlpito siempre tiene un origen teológico. El problema del
cristianismo es que no conoce las diversas ramas teológicas y por tanto no
pueden identificar el origen teológico de lo que expone un ministro en un púlpito.
Por ejemplo, en cuanto a
salvación se refiere, la soteriología que es consistente con las Sagradas Escrituras
es la postura angustina (la depravación del hombre y la necesidad de la
gracia), luterana (salvación por medio de la fe sin que medien las obras) y calvinista (salvación solo por la gracia de
Dios y la predestinación). Estas
doctrinas bíblicas fueron rescatadas por Martin Lutero y Juan Calvino, las
cuales se habían perdido en el catolicismo medieval.
Pero existen tres posturas
teológicas que son inconsistentes con las Sagradas Escrituras conocidas como
pelagianismo, semi pelagianismo y arminianismo, las cuales son la soteriología
de las iglesias católicas, evangélicas y pentecostales.
En Puerto Rico en pleno siglo 21
existe una idea distorsionada de lo que es ser evangélico y de la vida de
santidad.
La mayoría de la gente que se identifica como
creyente y no creyente piensan que ser evangélico es no participar de la misa,
no adorar a estatuas, ángeles, las vírgenes, no utilizar prendas, las mujeres
no se atavian, el uso exclusivo de faldas, no cortarse el cabello, atenerse de
consumir alcohol, los hombre afeitados, recortados, preferiblemente vistiendo
de corbatas.
Estas ideas fueron popularizada
por el fallecido evangelista Yiye Ávila cuya postura teológica en cuanto a la
salvación era semi pelagianista a causa de su trasfondo católico. El semi pelagianismo dice que el hombre tiene
la capacidad de cooperar con Dios en la salvación. Yiye decía: “después que
usted es salvo, tiene que mantener la salvación”.
¿Cómo según él se podía mantener
la salvación?
Por medio de un sistema de
salvación que se conoce como pentecostalismo, cuyo testimonio de santidad
depende del cumplimiento de los dogmas que antes mencione los cuales popularizó
Yiye Ávila y que sus seguidores (los yiyeavilistas) llaman “la sana doctrina” (una
versión distorsionada del cristianismo y la santidad) en latinoamerica como si
fuera un califato musulmán.
El semi pelagianismo no surgió de
la reforma protestante sino del catolicismo romano, la cual fue introducida en
el protestantismo por hombres como Jacobo Arminio, sus seguidores los
arminianos, Juan Wesley, Charles Finney y los demás evangelistas modernos.
Si usted cree que puede con sus
esfuerzos religiosos ganarse o mantener la salvación, usted no es evangélico
sino un católico en potencia.
Para usted poder declarar que
vive en santidad, usted tiene que obedecer perfectamente la demanda de Dios de
una obediencia perfecta.
Romanos
7:12 RVR1960 De
manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
Es
cierto que la ley de Dios es santa, justa y buena, pero el problema es que
nosotros somos malos, vendidos al pecado y por tal razón no podemos cumplir con
la demanda de Dios de una obediencia perfecta.
La
mayoría de los pentecostales y evangélicos tienen la misma mentalidad del
pueblo judío bíblico, quienes pensaban que cumpliendo con los rudimentos de la
ley satisfacían las demandas de Dios. Sin embargo no fueron agradables a YAHWEH
y estuvieron siempre expuestos a la ira de Dios.
Lucas
18:9-14 RVR1960 A unos
que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo
también esta parábola: Dos
hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El
fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy
gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano; ayuno
dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano,
estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba
el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os
digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque
cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será
enaltecido.
La
gracia de Dios no es para los que creen estar completos en cumplimiento de
dogmas de hombres, la gracia de Dios es para los que entienden que no tiene
oportunidad de agradar a Dios con sus esfuerzos.
Yo
no soy de hablar de experiencias espirituales, pero algo si me mostró el
Espíritu Santo de lo cual tengo total convicción y es que el día del juicio
final millones de personas que decían ser cristianos clamarán a Jesús y El no
los va a reconocer. Lo peor es que se encontrarán en el infierno con sus ídolos
(ministros) que idolatraban en la tierra a quienes consideraban como ungidos y
santos.
A
lo mejor esto para muchos es un blasfemia, pero a lo mejor otra generación me
juzgue mejor.
¿Qué
es el mal?
Simplemente
el mal no existe en si mismo, sino que es la ausencia de la presencia de Dios:
Génesis
1-3 RVR1960
1 En el principio creó Dios
los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y
fue la luz.
Vemos
que en el principio Dios creó los cielos y la tierra, pero estaba desordenada y
vacía y había tinieblas a causa de la ausencia de la presencia de Dios. Pero
vemos luego que se menciona la presencia de Dios y lo primero que hubo fue la
luz.
Dios
no es como nosotros, Dios es un Dios Eterno, sin principio ni fin, Dios no
depende de nadie para existir, Dios esta centrado en Su propia Gloria, Dios es
permisible para que se cumpla Su soberana voluntad.
El
mal no fue creado por Dios, sino que Dios aparta Su presencia para que se
cumpla Su propósito. Como vemos en Génesis en el momento de la caída del
hombre, podemos notar la ausencia de la presencia de Dios. ¿Por qué Dios apartó
su presencia del Edén? Para que se pudiera cumplir Su plan de redención para el
hombre.
El
plan de redención no surgió a causa de la caída del hombre, sino que este plan
existía desde la Eternidad hasta la Eternidad, donde el Padre pactó con el Hijo
por los que iban a ser salvos:
Salmos
2:7-9RVR1960
Yo
publicaré el decreto;
Jehová
me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo
te engendré hoy.
Pídeme,
y te daré por herencia las naciones,
Y
como posesión tuya los confines de la tierra.
Los
quebrantarás con vara de hierro;
Como
vasija de alfarero los desmenuzarás.
Muchos
herejes se la pasan declarando o decretando a otros que Dios les entregó las
naciones, cuando Salmos 2:7-9 se conoce como el pacto eterno o el pacto de redención.
A
base de estos principios podemos entender que la santidad es la presencia de
Dios. Por tanto somos santos por que la presencia de Dios tiene que morar en
nosotros y no que seamos santos por las cosas que hacemos.
Lo
que hacía que el tabernáculo fuera santo era la presencia de Dios en el arca de
la alianza, de otra forma hubiera sido un lugar vacío mas. Sin la presencia del
Espíritu Santo en nuestras vidas, no existe manera alguna en que podamos ser
santos por nosotros mismos.
Ser
pentecostal no es pertenecer a una denominación que se identifica con ese
calificativo, ser pentecostal es experimentar a Jesucristo por medio de Su
Santo Espíritu. Podemos entender que existen miles de falsos pentecostales
quienes solo tienen experiencias religiosas con mandamientos de hombres y
emociones que no duran.
Como
dice el refrán: “el habito no hace al Monge”.
En
el mundo pentecostal y evangélico se ha viciado la práctica de beatificar a los
ministros y ministras con el calificativo de “siervos y siervas”, que a todo lo
que dicen, le responden con un “Amen”.
Hermanos
los ministro o ministra pueden ser buen oradores, pueden hablar con denuedo,
pueden hacer miles de milagros, pero si lo que predica no esta en La Biblia, si
lo que dice contradice Las Escrituras, no proviene de Dios, Dios nunca los llamó
a ser ministro.
Dios
aparta Su santa presencia para que se cumpla su plan de redención. El plan de
redención existe desde antes de la creación del mundo y la creación surgió con
el propósito de que se cumpliera el plan de redención.
Vemos
que la creación que narra el libro de Génesis es la prefigura del plan de redención
consumado con la muerte y resurrección de nuestro SEÑOR JESUCRISTO.
El
hombre sin la presencia de Dios esta desordenado y vacío. Pero cuando por la
benevolente voluntad de Dios, nos concede la gracia de la salvación, Dios dice:
“sea la Luz”, Aleluya.
Ya
no estamos mas en tinieblas (ignorancia) sino que la luz CRISTO viene a morar
en nosotros y por lo cual venimos a ser santos ante los ojos de Dios. Ya Dios
no ve al vil pecador, sino a CRISTO JESÚS en nosotros.
Por
esta razón Pablo le dijo a Timoteo: “…aviva el fuego del Don de Dios que está
en ti…” Tenemos que mantenernos firmes
en la Palabra y mantenernos con carbones encendidos, teniendo día a día mas y
mas hambre de conocer a nuestro Dios por medio de las Escrituras en la cual
recibimos la perfecta revelación.
La
salvación depende solamente de Dios.
Isaías
35:8 (RVR1960)
8 Y habrá allí calzada y camino, y será llamado
Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con
ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
Apóstol
Juan Calo
Yom
Teruah Ministries®
Carolina,
PR
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