jueves, 18 de junio de 2015

49. Parte #3 ENTENDIENDO LAS RESTRICCIONES E IMPOCICIONES DE PABLO A LAS MUJERES CRISTIANAS DEL PRIMER SIGLO



LA MUJER EN EGIPTO Y ROMA

Las mujeres egipcias tenían los mismos derechos jurídicos que los hombres por la fuerte adoración idolatra a la diosa “Isis”. La mujer podía comprar, vender, y prestar dinero. También se le permitía presentar ante el gobierno solicitudes de apoyo o de ayuda, iniciar el divorcio y pagar impuestos. La hija mayor podía convertirse en la heredera legítima.

NOTA: Isis (del griego antiguo Ίσις) es el nombre griego de una diosa de la mitología egipcia. Su nombre egipcio era Ast, que significa trono, representado por el jeroglífico que portaba sobre su cabeza. Fue denominada "Gran maga", "Gran diosa madre", "Reina de los dioses", "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento". De aquí podemos entender la historia de Cleopatra VII y su protagonismo como reina de Egipto.

En Roma, la autoridad del padre era primordial. Las jóvenes romanas eran "vendidas" en su nombre y puestas en las manos de su futuro esposo. Tanto las hijas como los hijos eran educados, los muchachos hasta los 17 años, las jóvenes hasta los 13 años, edad en que presumiblemente debían casarse. Las mujeres romanas no podían conducir negocios en su propio nombre, pero podían obtener la ayuda de un amigo o pariente masculino quien podía actuar como su agente.

Las mujeres tenían derechos hereditarios y también el derecho a divorciarse. Las mujeres romanas no podían votar o desempeñar cargos públicos. Sin embargo, las MATRONAS romanas tenían poder e influencia porque eran las cabezas de sus hogares y las administradoras de sus negocios mientras sus maridos peleaban con las legiones del Cesar.

El Cristianismo de los primeros tiempos se extendió rápidamente en el mundo romano debido en gran parte a la influencia de las matronas romanas con grandes recursos. En las culturas gentiles existía la adoración idolatra de deidades femeninas (Afrodita en Corintio), las mujeres disfrutaron de una condición socioeconómica más alta, pero tenían la fuerte responsabilidad de honrar el patriarcado.

NOTA: Afrodita (en griego antiguo Ἀφροδίτη) es, en la mitología griega, la diosa del amor, la lujuria, la belleza, la sexualidad y la reproducción. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que normalmente no era el amor en el sentido cristiano o romántico, sino específicamente Eros (atracción física o sexual). Su equivalente romana es la diosa Venus.

LAS MUJERES EN EL JUDAÍSMO

Las mujeres hebreas de la antigua Palestina estaban entre las más pobres del mundo en la época de Jesús. Esto era probablemente porque no tenían derechos hereditarios y no podían divorciarse ni aún por motivos legítimos. Los hombres hebreos podían divorciarse de sus mujeres por cualquier motivo, desde quemar la cena (Hillel) hasta el adulterio (Shammai).

Pero aún así, las mujeres hebreas no estaban autorizadas a pedir el divorcio a sus maridos. En una cultura en la cual la mujer no sobrevivía a menos que fueran parte de un hogar patriarcal, el divorcio o la viudez podía tener consecuencias desastrosas (Libro Rut).

A la luz de esta observación, la proscripción del divorcio establecida por Jesús es significativamente protectora de las mujeres. La resurrección del hijo de la viuda de Naím es otro ejemplo de la compasión de Jesús por la pobreza de las mujeres atrapadas en el patriarcado.

Las mujeres del judaísmo primitivo proclamaban la ley, la historia de Israel y profetizaban como fue el caso de Débora, pero en la época de Cristo no podían leer la Torá en la Sinagoga debido a su periódico "estado de impureza". El tema de si una mujer debía ser educada en la Torá era ampliamente debatido.

De acuerdo con la tradición oral, solo las esposas de los Rabinos recibían esta educación. De acuerdo con la legislación judía, las mujeres no podían ser testigos ni podían enseñar las leyes. Las mujeres no tenía roles religiosos o de liderazgo en el judaísmo del primer siglo. En un país gobernado por una élite religiosa, esto significaba que ellas eran invisibles y no tenían poder alguno.


LAS MUJERES EN LOS EVANGELIOS

Las mujeres eran invisibles para los ojos de los religiosos excepto para Jesús, quien tal como demuestran los Evangelios, tenía un afecto especial por aquellos quienes eran marginados por otros. El concepto que tenia de las mujeres, es digno de admirar. Jesús acogió a las mujeres entre sus discípulos más allegados:

(Lucas 8:1-3. RVR1960) “Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes”.

Las mujeres no eran mencionadas en los textos antiguos a menos que tuvieran prominencia social. La implicación clara de este texto es que las mujeres de dinero patrocinaron la misión en Galilea. Jesús dio la bienvenida a las discípulas femeninas en su entorno para que escucharan sus enseñanzas sobre el Padre junto con los discípulos masculinos. Esto era verdaderamente inusual en una cultura patriarcal, ya que las mujeres normalmente no podían dirigirse a los hombres en público, y mucho menos andar por los caminos con ellos.

La inclusión radical de las mujeres realizada por Jesús también queda ilustrada por la historia de Marta y María. María asume su lugar a los pies de Jesús, el lugar ocupado tradicionalmente por los varones dedicados a los estudios rabínicos. Marta, (tal como sucede aun actualmente entre las mujeres cuando se desafían las leyes del patriarcado), protesta. Pero Jesús elogia la sed de conocimientos de Dios expresada por Marta: "María ha escogido la parte mejor, y nadie se la quitará." (Lucas 10:38-42)

En todos los Evangelios, vemos que Jesús desafía los preceptos patriarcales profundamente establecidos:

1-que sólo las mujeres llevan la carga del pecado sexual; que las mujeres cananeas y samaritanas deben ser rechazadas y repudiadas.

2-que los hijos pródigos deben ser desheredados.

En cambio, Jesús desafío a los hombres a aceptar su  complicidad en el adulterio, como hoy desafía a la iglesia que dice: “los hombres caen por que las mujeres los hacen caer”.

La mujer samaritana se convierte en EVANGELISTA cuando anuncio las buenas nuevas a su pueblo; el amor incontenible de la mujer cananea por su hija es un ejemplo de la visión de Jesús con respecto a los destinatarios de la Buena Nueva.

El llamado al apostolado de las mujeres junto con sus hermanos varones se destaca aún más en los relatos de la Resurrección, porque la proclamación de este hecho se basa fundamentalmente en el testimonio de las mujeres. Los cuatro Evangelios muestran a María Magdalena, Juana, María la madre de Santiago y José, Salomé y las otras mujeres discípulas que acompañaron a Jesús hasta su muerte; ungieron y enterraron su cuerpo; vieron la tumba vacía; y finalmente experimentaron su presencia ya resucitado.

El hecho de que el mensaje de la resurrección fuera entregado primero a las mujeres es considerado por los estudiosos bíblicos como la prueba más rotunda de la historicidad de los relatos de la resurrección.

Si los textos que hablan de la resurrección de Jesús hubieran sido inventados por los discípulos masculinos con la prominencia que tenían en una cultura patriarcal, nunca hubieran incluido los testimonios de las mujeres en una sociedad en la que eran rechazadas como testigos jurídicos. Al principio, los apóstoles no creyeron en su mensaje. Y aún hoy, algunos cristianos se niegan a escuchar la buena nueva si es proclamada por mujeres.

El Libro de los Hechos habla de "las hijas de Felipe con don de profecía" (Hechos 21:9-10). Eusebio, el historiador de los inicios de la iglesia, atribuye los orígenes apostólicos de las iglesias de las provincias de Asia a su ministerio, reconociendo de esta manera que al menos algunas mujeres eran transmisoras de la tradición apostólica.

Continua en próxima parte...

APOSTOL JUAN CALO
Yom Teruah Ministries, Puerto Rico
CORREO ELECTRONICO: yomteruahministries@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario